Sin lugar a dudas los acontecimientos del último año han modificado el código de celebraciones que se había mantenido por generaciones, el cómo organizar, cómo festejar y cómo disfrutar, cambió de una manera inimaginable.
El distanciamiento con sus nuevas políticas de bioseguridad y autocuidado se han hecho presentes en la planeación, desarrollo y ejecución de matrimonios y fechas especiales. Porque para nadie es un secreto que los cinco sentidos y una cantidad de emociones están inmersas cuando de un matrimonio se trata, por ello hoy en día el gremio de organizadores de eventos o planners han tenido que capacitarse y replantear la manera de cómo llegar llegar a los futuros esposos; sobre todo de cómo garantizar que el evento se realice de manera segura para todos sus invitados y personal a cargo.
La cantidad de invitados está limitada de acuerdo al espacio donde se va a realizar el evento, el número de personas por mesa está en su mínima ocupación de 6 por mesa (antes eran 8,10 o incluso 12 personas), el servicio de cubiertos ya no se exhibe, se resguarda en bolsas finas de lino o shantung impresas con las iniciales de los novios.
El cómo compartimos la comida ha cambiado, las mesas de buffet en algunos sitios están prohibidas y en otros se ofrecen teniendo todos los elementos herméticamente cerrados y divididos con paneles frontales para evitar contacto, pero el amor, la creatividad de los diseñadores, la pasión por lo que hacemos sigue intacta.
Escribe: Andrés, nuestro asesor en decoración y flores